Asfixia en perros
¿Qué debes hacer si tu perro se está ahogando? Así puedes salvar la vida de tu lomito
La asfixia en perros es una emergencia que requiere acción inmediata. Aprende a identificar los signos y cómo realizar la maniobra de Heimlich para salvar a tu mascota.Los perros, por su naturaleza curiosa, pueden enfrentarse a situaciones peligrosas como la asfixia, un problema que pone en riesgo su vida. Identificar los signos de este problema es crucial para actuar a tiempo.
Un perro que se está ahogando suele mostrar señales claras de angustia, como dificultad para respirar, sonidos agudos o silbidos al intentar tomar aire, arcadas, babeo excesivo, caminar de un lado a otro o tocarse la boca con la pata. Estas señales indican que algo obstruye sus vías respiratorias, lo que requiere una intervención rápida para evitar consecuencias graves.
¿Cómo identificar la asfixia en tu perro?¿Por qué es importante actuar con calma?
En una emergencia, mantener la calma es esencial para ayudar a tu perro de manera efectiva. Aunque ver a tu mascota en apuros puede ser aterrador, la tranquilidad permite tomar decisiones acertadas. Si el perro tose pero respira con normalidad, es recomendable acudir al veterinario para descartar complicaciones.
Sin embargo, si la asfixia persiste, el tiempo es crítico: tres a cinco minutos sin oxígeno pueden causar daños cerebrales irreversibles. Por eso, conocer los pasos correctos para actuar en casa o en el camino al veterinario es fundamental.
Pasos clave para salvar a tu perro
Si sospechas que tu perro se está ahogando, el primer paso es verificar sus vías respiratorias, siempre con precaución para evitar mordidas. Abre su boca sujetando el hocico con cuidado y busca el objeto que causa la obstrucción, usando los dedos o herramientas como pinzas largas para extraerlo sin empujarlo más adentro.
Si esto no funciona, utiliza la gravedad: para perros pequeños, levántalos por las patas traseras con la cabeza hacia abajo; para perros grandes, elévales las patas traseras como si fueran una carretilla. Si el objeto no sale, aplica la maniobra de Heimlich, adaptada al tamaño de tu perro, empujando firmemente hacia dentro y arriba bajo las costillas para expulsar el objeto.
Cómo realizar la maniobra de Heimlich
Para perros pequeños, coloca al animal en tu regazo boca arriba, localiza el punto blando bajo las costillas y realiza cinco compresiones firmes con ambas manos. En perros grandes, sujeta al animal de pie con la espalda hacia ti y aplica las compresiones en la misma zona. Tras cada intento, revisa la boca para verificar si el objeto ha sido expulsado.
Si la maniobra no tiene éxito, lleva a tu perro al veterinario de urgencias de inmediato. Además, si el perro no respira tras retirar el objeto, inicia la reanimación cardiopulmonar (RCP) con compresiones torácicas y respiración boca a boca, siguiendo un ritmo de 120 compresiones por minuto.
Prevención y cuidados posteriores
Prevenir la asfixia es la mejor estrategia. Mantén tu hogar y jardín libres de objetos pequeños como pelotas inadecuadas, juguetes masticables no aptos, piedras o envoltorios de plástico. Elige alimentos y juguetes del tamaño adecuado para tu perro y supervísalo mientras come o juega.
Aunque logres resolver la emergencia, siempre lleva a tu mascota al veterinario para un chequeo, ya que la asfixia puede causar lesiones internas. Conocer las señales de alerta y estar preparado para actuar puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de tu lomito.