El uso frecuente de herramientas térmicas como planchas, secadores y rizadores puede dañar la estructura capilar y causar fragilidad, sequedad y quiebre en el cabello. Para contrarrestar estos efectos, se ha popularizado el uso de protectores térmicos.
El uso de un protector térmico para el cabello es fundamental para minimizar el daño causado por el calor de las herramientas de styling. Al seguir las recomendaciones de aplicación y elegir un producto adecuado para tu tipo de cabello, puedes disfrutar de los beneficios de una protección efectiva y mantener la salud y belleza de tu cabello a largo plazo.
¿Qué es un protector térmico para el cabello?
Un protector térmico es un producto capilar diseñado específicamente para proteger el cabello del daño causado por el calor de herramientas como planchas, secadores y rizadores. Estos productos suelen estar formulados con ingredientes que forman una capa protectora sobre el cabello, minimizando la pérdida de humedad y evitando que el calor penetre directamente en la fibra capilar.
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¿Qué función cumple el termoprotector para cabello y cuánto protege?
- Protección contra el calor: La función principal de un protector térmico es crear una barrera entre el cabello y el calor de las herramientas de styling, evitando así el daño por calor.
- Hidratación y nutrición: Muchos protectores térmicos contienen ingredientes hidratantes y nutritivos que ayudan a mantener la salud y la suavidad del cabello.
- Reducción del frizz: Al proteger la cutícula capilar, los protectores térmicos también contribuyen a reducir el frizz y el encrespamiento del cabello.
- Prevención de quiebres y puntas abiertas: Al fortalecer la estructura del cabello, estos productos ayudan a prevenir la rotura y las puntas abiertas causadas por el calor excesivo.
- Facilita el styling: Además de proteger, algunos protectores térmicos también ayudan a mantener el peinado por más tiempo, proporcionando una fijación suave y flexible.
¿Cómo se usa el protector térmico antes de planchar el cabello?
- Los protectores térmicos se pueden aplicar sobre el cabello seco o húmedo, dependiendo del producto y las preferencias personales.
- Rocía el protector térmico a una distancia adecuada (generalmente a unos 15-20 cm del cabello) para asegurarte de cubrir todo el cabello de manera uniforme. No apliques demasiado producto para evitar que el cabello quede pesado.
- Utiliza un peine o tus manos para distribuir el producto de manera uniforme desde las raíces hasta las puntas.
- Espera unos segundos para que el protector térmico se absorba antes de utilizar herramientas térmicas como planchas o secadores.
- Si realizas múltiples pasadas con herramientas térmicas o notas que el cabello está expuesto al calor durante mucho tiempo, considera reaplicar el protector térmico para mantener la protección.
¿Qué pasa si no uso protector térmico al planchar el cabello o usar secadora?
Daño capilar y debilitamiento de la estructura
La exposición frecuente al calor sin protección puede causar daños en la cutícula capilar, como sequedad, fragilidad, quiebre y puntas abiertas. El calor excesivo puede debilitar la estructura interna del cabello, haciéndolo más propenso a daños y roturas. La falta de protección térmica puede contribuir a problemas capilares a largo plazo, como la pérdida de densidad, la falta de crecimiento y la aparición de puntas muy dañadas.
Encrespamiento y frizz
El cabello expuesto al calor sin protección tiende a perder su brillo natural y vitalidad, luciendo opaco y sin vida. El calor directo puede provocar encrespamiento y frizz en el cabello, especialmente en climas húmedos o con alta humedad.