La artritis afecta a millones de personas en todo el mundo y es una de las principales causas de dolor articular crónico, tanto en adultos mayores como en jóvenes. La forma más común es la osteoartritis, aunque variantes inflamatorias como la artritis reumatoide también impactan seriamente la movilidad y calidad de vida.
Ante su carácter progresivo, crece el interés por alternativas naturales que complementan los tratamientos médicos. En este contexto, el aceite de oliva virgen extra, típico de la dieta mediterránea, ha ganado atención por sus propiedades antiinflamatorias. Ricos en grasas saludables y compuestos bioactivos, estudios sugieren que su consumo regular podría aliviar el dolor articular de manera natural.
¿Puede el aceite de oliva virgen extra ayudar a aliviar el dolor causado por la artritis?
En el centro de la atención se encuentra el oleocantal, un compuesto fenólico presente en el aceite de oliva virgen extra que actúa como un antiinflamatorio natural.
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Su mecanismo de acción consiste en inhibir enzimas responsables de la producción de mediadores inflamatorios, como la ciclooxigenasa, de forma similar a los antiinflamatorios no esteroideos, pero sin muchos de los efectos secundarios asociados a estos medicamentos.
Estudios realizados en España y otros países han mostrado que quienes incorporaron este aceite a su dieta diaria durante al menos un mes, experimentaron una reducción en los marcadores inflamatorios y mejoras perceptibles en la inflamación articular.
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Además, se observaron aumentos en los niveles de antioxidantes corporales, lo que refuerza su potencial como estrategia complementaria de tratamiento.
¿Qué beneficios ofrece el aceite de oliva en personas que padecen artritis inflamatoria o degenerativa?
Aunque aún no se ha definido una dosis exacta con efectos clínicos comprobados, muchos expertos recomiendan consumir alrededor de dos cucharadas diarias de aceite de oliva virgen extra. Es un hábito fácil de incorporar a la alimentación diaria, ya sea en platos principales, ensaladas o recetas caseras.
Además de sus posibles beneficios contra la artritis, este aceite destaca por su impacto positivo en la salud general. Gracias a sus grasas monoinsaturadas y antioxidantes, favorece la salud cardiovascular, protege los vasos sanguíneos y ayuda a regular el perfil lipídico.
Mientras avanza la investigación sobre el vínculo entre nutrición e inflamación, el aceite de oliva virgen extra se presenta como una alternativa natural y segura para complementar el tratamiento de enfermedades inflamatorias como la artritis.
