Una de las dudas más buscadas por quienes acaban de tener una camada en casa: cuándo esterilizar a una gata después del parto y qué pasa si la cirugía se adelanta o se retrasa más de lo necesario. Aunque muchas personas creen que la decisión puede tomarse “en cualquier momento”, lo cierto es que existe un periodo recomendado que protege tanto a la madre como a sus crías.
¿Cuál es el tiempo recomendado para esterilizar a una gata que acaba de parir?
La mayoría de los especialistas coincide en una misma ventana, lo ideal es esterilizar a la gata entre 8 y 10 semanas después del parto, cuando los gatitos ya están totalmente destetados. Esta recomendación se basa en que, durante ese periodo, la madre ya recuperó su equilibrio hormonal y dejó de depender de la lactancia, lo que vuelve la cirugía más segura. Además, ese tiempo permite que los bebés completen su desarrollo inicial junto a ella y aprendan conductas sociales básicas antes de separarse.
¿Cuánto tiempo amamantan las gatas a sus gatitos y cómo influye en la esterilización?
El destete comienza alrededor de las 4 semanas, pero se completa cuando los gatitos cumplen entre 8 y 10 semanas, etapa en la que ya no dependen de la leche materna.
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Realizar la esterilización antes de que termine este proceso podría complicar la recuperación de la gata y afectar la alimentación de los pequeños. Por eso, la respuesta más segura a cuánto esperar para esterilizar a una gata después de parir es: hacerlo cuando la lactancia ya terminó.
¿Una gata entra en celo después de parir?
Un dato que sorprende a muchos cuidadores es que las gatas pueden volver a entrar en celo semanas después del parto, incluso aunque aún estén amamantando. Este comportamiento se debe a que son animales poliéstricos estacionales y sus ciclos reproductivos continúan mientras haya suficiente luz solar.
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En la práctica, pueden mostrar signos de celo desde la semana 3 o 4, y es más común que lo hagan cerca de la semana 7 u 8. Esto aumenta el riesgo de una nueva gestación si conviven con machos, por lo que es clave mantenerlas resguardadas hasta el día de la cirugía.
Riesgos de esterilizar a una gata recién parida
Aunque la esterilización es una cirugía frecuente, adelantarla demasiado puede generar complicaciones, entre los principales riesgos están:
- Glándulas mamarias aún activas, lo que incrementa la sensibilidad y dificulta su recuperación.
- Desequilibrio hormonal, que podría afectar la producción de leche.
- Estrés posparto, si la gata no está lista física o emocionalmente para separarse momentáneamente de sus crías.
Los especialistas recomiendan esperar el tiempo adecuado para asegurar que su organismo ya regresó a un estado estable y la cirugía sea lo menos invasiva posible.
¿Qué pasa con los gatitos durante el destete y antes de la esterilización?
Mientras llega el momento de la cirugía, los pequeños pasan por una fase fundamental: la socialización. Permanecer con su madre al menos durante ocho semanas reduce problemas de conducta en la adultez y les permite aprender hábitos naturales como el acicalamiento y el uso del arenero.
Una vez que comen por sí solos y están listos para independizarse, la gata puede someterse al procedimiento sin afectar su bienestar ni el de su camada.
¿Cuándo es mejor esterilizar a una gata que acaba de tener gatitos?
La respuesta más clara y respaldada es que esterilizarla entre las semanas 8 y 10 después del parto es el punto ideal. Ese periodo garantiza que ya no está amamantando, que se redujeron los riesgos quirúrgicos y que se evita que entre nuevamente en celo, algo muy común si convive con machos. Con esta guía podrás tomar una decisión informada, proteger su salud y contribuir al control responsable de la población felina.
