¿Cuántas veces puedes recalentar la comida sin que cambie el sabor y siga siendo seguro?

Tras cada celebración, el ritual se repite: la mesa queda vacía, pero el refrigerador se llena de recipientes con sobras. Guardar lo que no se comió para aprovecharlo al día siguiente es una costumbre casi inevitable, motivada por el ahorro y el deseo de no desperdiciar comida. Sin embargo, recalentar esos platillos varias veces puede no ser tan inofensivo como parece si no se hace con el debido cuidado.

Los expertos en seguridad alimentaria advierten que el recalentado múltiple, aunque habitual, puede convertirse en un caldo de cultivo para bacterias peligrosas si no se hace correctamente. Si bien el calor elimina muchos microorganismos, no siempre destruye las endoesporas, formas resistentes que algunas bacterias utilizan para sobrevivir y reproducirse.

¿Qué errores cometemos al recalentar sobras y cómo evitarlos para no enfermarnos?

Según un artículo publicado por The Guardian, las bacterias proliferan con mayor rapidez en un rango de temperatura entre 5 °C y 60 °C, especialmente alrededor de los 37 °C, curiosamente, la misma temperatura corporal humana. Esto significa que el proceso de enfriamiento de los alimentos después de haber sido recalentados puede ser un momento crítico.

Un error común es calentar todo el recipiente, consumir solo una parte y guardar el resto nuevamente. Al enfriarse, esa porción queda expuesta a condiciones ideales para el crecimiento de bacterias que podrían provocar intoxicaciones alimentarias.

Por ello, los especialistas recomiendan recalentar únicamente la porción que se va a consumir de inmediato, evitando así múltiples ciclos de enfriamiento y calentamiento.

¿Qué alimentos son más delicados al recalentarse y cuáles deberías manejar con más cuidado?

No todos los platillos reaccionan igual al recalentarse. Algunos son más propensos a deteriorarse o provocar problemas digestivos si no se manipulan adecuadamente:

• Carnes, mariscos, productos lácteos, huevos, arroz y pasta son especialmente vulnerables, ya que pueden descomponerse rápidamente si quedan tibios o a temperatura ambiente.
• Verduras de hoja verde, aunque no representan un riesgo de intoxicación, sí pierden buena parte de sus nutrientes al ser expuestas a altas temperaturas.

• Los huevos, si se sobrecalientan, pueden cambiar su estructura proteica, lo que podría causar malestares digestivos.
• La clave está en calentar los alimentos lentamente y de manera uniforme, asegurándose de que alcancen una temperatura adecuada para su consumo seguro.

¿Cuántas veces se puede recalentar un platillo sin que se vuelva peligroso para comer?

La creencia popular de que la comida solo puede recalentarse una vez no es del todo cierta. De acuerdo con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, es posible recalentar un platillo hasta dos o tres veces sin afectar significativamente su sabor o valor nutricional.

Sin embargo, con cada recalentado, aumenta el riesgo de contaminación, por lo que más que la cantidad de veces, lo importante es cómo se hace: los alimentos deben alcanzar el punto de ebullición o estar completamente calientes de manera uniforme.

La Agencia de Estándares Alimenticios del Reino Unido ofrece algunas recomendaciones clave para evitar riesgos al recalentar alimentos:

• Calentar bien el alimento, asegurándose de removerlo para que la temperatura sea uniforme.
• Porcionar la comida antes de guardarla, para recalentar solo lo necesario.
• Refrigerar los alimentos lo antes posible después de servirlos, especialmente si se transportan.

Recalentar los alimentos no es peligroso en sí mismo, siempre y cuando se sigan prácticas adecuadas de conservación e higiene. El verdadero riesgo surge cuando se dejan a temperatura ambiente por periodos prolongados o se recalientan varias veces sin los cuidados necesarios.

Así que, la próxima vez que guardes sobras después de una gran comida, recuerda: porciona, enfría rápido y calienta bien. Tu salud te lo agradecerán.