Comalcalco es reconocido como uno de los principales productores de cacao en Tabasco, un cultivo que ha marcado la economía y la identidad local desde tiempos prehispánicos.
Las haciendas de cacao, muchas aún en funcionamiento, conservan la arquitectura colonial y permiten conocer de cerca los procesos tradicionales de fermentación y secado del fruto, fundamentales para la producción de chocolate de alta calidad.
¿De qué manera las lagunas y ríos del municipio han moldeado la vida local y turística?
El municipio está atravesado por ríos y lagunas que han sostenido la vida y la economía de la región. Sus cuerpos de agua no solo abastecen de recursos a la población, sino que también ofrecen un paisaje atractivo para el turismo ecológico, destacando la pesca y la observación de aves en un entorno de clima cálido y húmedo.
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Comalcalco alberga uno de los sitios arqueológicos más importantes de la cultura maya en Tabasco. Sus estructuras de ladrillo cocido, únicas en la región, incluyen la Gran Acrópolis, la Plaza Norte y otros conjuntos ceremoniales que muestran la organización urbana y comercial de la antigua ciudad de Joy’ Chan.
Los vestigios reflejan la importancia del comercio del cacao, la arcilla y otros productos a través de rutas fluviales hacia el Golfo de México y la península de Yucatán.
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¿Qué papel juegan las haciendas históricas en la preservación del patrimonio cultural y económico local?
Además de su riqueza arqueológica, Comalcalco conserva varias haciendas coloniales que evidencian la transformación agrícola y social de la región tras la llegada de los españoles.
Estas haciendas, rodeadas de lagunas y tierras fértiles, se integran al paisaje y al patrimonio cultural local, ofreciendo una ventana al pasado y un espacio para el turismo cultural y rural.
El municipio celebra tradiciones como la Feria Municipal de mayo y la Fiesta en honor a la Virgen de la Asunción en Cupilco, combinando la riqueza histórica con la vida cotidiana de sus habitantes.
Artesanías de cerámica y productos derivados del cacao complementan la experiencia turística, mientras que los trajes típicos y la música regional mantienen viva la identidad chontal y tabasqueña.
